El trabajo se puede tornar en ocasiones muy repetitivo y claustrofóbico para la mente que llega a obstaculizar nuestros momentos creativos necesarios para la empresa en donde laboramos. La creatividad dependiendo del tipo de persona puede manifestarse de forma muy sencilla y natural o puede presentarse muy esporádicamente obligándoles a trabajar muy duro para alcanzarla.

La clave en este asunto son los estímulos, las personas creativas han sido expuestas a estímulos desde una edad temprana pero las que no lo son deben crear el ambiente necesario para minimizar el esfuerzo y generar aportes a la compañía con base a la creatividad. Los expertos recomiendan tres acciones que pueden ser de ayuda para que las ideas fluyan más fácilmente: usar el volumen correcto cuando se quiere escuchar música, ajustar la temperatura del ambiente y trabajar con poca luz.

• El sonido ambiental no periódico aumenta los requerimientos de procesamiento en el cerebro, es decir, nos pone alertas. El procesamiento abstracto alcanza un nivel optimo, se recomiendan 70 decibeles de intensidad de sonido.
• Un estudio de la Universidad de Cornell, afirma que se comenten un 44% más de errores cuando la temperatura ambiente está a 20 grados centígrados o menos.
• La comunidad Juin Duur, perteneciente a los Wounaan, serán de los primeros grupos indígenas beneficiados de esta invención.
• Al trabajar con poca luz, nos sentimos más relajados y proclives a explorar nuevas opciones y a ser más arriesgados con nuestras propuestas, según una publicación del Journal of Environmental Psychology.

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